sábado, 19 de enero de 2013

Pantocrátor de San Clemente de Taull



Nos encontramos ante el Pantocrátor de la iglesia de San Clemente de Tahull (Lérida) de autor desconocido y pintado en el siglo XII. Pertenece a la pintura románica de la escuela catalana (inspirada en la italo-bizantina). Actualmente se encuentra en el Museo de Arte Nacional de  Cataluña.

Esta obra, una pintura al fresco localizada en el ábside de la iglesia, representa a un Cristo Pantocrátor (todo poderoso, del griego παν – todo – y  κρατος – poderoso) dentro de una mandorla, flanqueado por dos ángeles los cuales le dan una visión apocalíptica y las representaciones de los evangelistas a sus pies. Más abajo, ya en el muro, podemos apreciar como aparecen representados dentro de unos fingidos arcos y columnas la Virgen y cinco de los apóstoles. Podemos observar la gran influencia italo-bizantina que tiene esta obra debido a la falta de volumen y efectos espaciales, la simetría compositiva y el grueso trazo de las líneas que aparecen como elementos decorativos básicos. Por otra parte, también debemos destacar el paralelismo y la frontalidad de las figuras, además de los fondos monocromos. Un último detalle a destacar en esta imagen son las palabras escritas en el libro que porta el Cristo: EGO SUM LUX MUNDI, es decir, yo soy la luz del mundo dejando clara la intencionalidad, no sólo religiosa, sino también didáctica de esta obra.

Esta obra se engloba dentro de la pintura románica. Esta se caracteriza por la preponderancia escultórica y la poca pintura (aunque siempre policromada). Hay dos principales influencias, la carolingia (movimiento, expresividad, realismo plástico) y la bizantina (sin volumen ni efectos espaciales, simetría compositiva, contornos delimitados por trazos oscuros). A parte de esto, también se caracteriza por las posturas paralelas, el fondo monocromo, la frontalidad y el muro al fresco con retoques al temple. La iconografía se caracteriza por el Pantocrátor con los tetramorfos en el ábside, la Virgen con los apóstoles en el nivel inferior, pasajes del Evangelio o alegorías en el resto de muros y escenas del Juicio Final a los pies. En España, dentro de la pintura mural, destacan la escuela catalana inspirada en el estilo italo-bizantino (algunos ejemplos de aquí serían San Clemente de Taull, Santa María de Taull y  San Baudelio de Berlanga) y la escuela de Castilla y León de influencia carolingia (algunos ejemplos serían la Cripta de San Isidoro de León, San Justo en Segovia, San Juan de la Peña, San Román de Toledo y San Pedro de Arlanza). En la pintura sobre tabla destacan los altares dedicados a Cristo y, en menor medida, la Virgen y los Santos titulares de la iglesia. Finalmente, otro importante tipo de arte son los tapices como el Tapiz de Bayeux o las miniaturas que aparecen en la biblia y los manuscritos.

El período de este arte se caracteriza por ser el primer estilo internacional de Occidente el cual apareció gracias a la unidad espiritual del continente. Se extendió con rapidez gracias a las peregrinaciones, muy habituales en aquella época, como el Camino de Santiago. Del siglo V al X hubo una gran variedad regional, cosa que provocó un rápido cambio al arte gótico (en el S.XII ya se hacían construcciones góticas en París).

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