domingo, 7 de abril de 2013

Joven de la Perla



Nos encontramos ante La joven de la perla realizada por Veermer de Delft en 1665. Este óleo sobre tabla pertenece a la escuela flamenca de la pintura barroca.

El cuadro nos muestra el retrato de una joven desconocida, a la que apoda “de la perla” por la que lleva en su oreja. El fondo es neutro, de color negro, para reflejar mejor la personalidad de la chica. Está situada de perfil, girando la cabeza tres cuartos para dirigir su intensa mirada al espectador. Su boca se abre ligeramente, mostrando así su intención de hablar, dando además mayor realismo a la composición. La joven viste una chaqueta de color pardo, en la que destaca el cuello blanco y una especie de turbante azul y pardo, con reflejos blancos. Destaca el uso de la luz, que recuerda un poco a Caravaggio, ya que ilumina sólo algunas partes del rostro de la joven, dejando otras en sombra. De este cuadro suele decirse que la figura destaca sobre el fondo oscuro, haciéndose luz.

Esta obra pertenece a la pintura barroca de los Países Bajos. La pintura de Flandes y Holanda se caracteriza por las diferencias que había entre ambos territorios: católicos y protestantes; monarquía y república…  Destacan aquí Rubens y Rembrandt, uno holandés y otro flamenco. Entre las obras más importantes del primero debemos destacar las Tres Gracias y el Rapto de Proserpina. En el caso del segundo, destacan la Ronda de noche y sus “lecciones de anatomía”.

Cuando este cuadro fue realizado, Europa se hallaba dividida. El credo protestante se había extendido por toda la zona de Alemania – más por motivos políticos que religiosos – poniendo en peligro todo lo que se había conocido hasta entonces. También aparecen los estados modernos, gobernados por unos despóticos reyes absolutos que no dudarán en abusar de su poder para someter al pueblo. Sin embargo aparecerán en este clima las mayores representaciones artísticas de la humanidad: cuadros y esculturas llenos de expresionismo y edificios cargados de movimiento que sabían conjugar el lujo de los ricos con la sobriedad del estado llano.

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