Nos encontramos ante la Triada de Mikerinos con la diosa
Hathor y el gnomo de Kynópolis. Realizada durante el Imperio Antiguo (2686 a.C.
– 2173 a.C.). Es una obra de autor desconocido, perteneciente a la escultura
religiosa.
Esta escultura es un alto relieve en el que se representan
al faraón Mikerinos con la diosa Hathor y el gnomo o espíritu de Kynópolis (una
de las provincias de Egipto). El faraón se representa en el centro, de forma
hierática y majestuosa, con aspecto de divinidad. Podemos apreciar como está
coronado por la corona del Alto Egipto, destacando también en él la pequeña
barba y el faldín del cual podemos destacar sus labrados, intentando imitar los
pliegues del ropaje. Se representa con el pie izquierdo adelantado, símbolo de
poder e importancia. A su derecha se halla Hathor, diosa egipcia de la
monarquía y patrona de los nacimientos. Está representada con forma de mujer,
aunque en su cabeza lleva unos cuernos de vaca en cuyo centro se halla una
representación del sol. Presenta también un gran hieratismo y majestuosidad en
su porte, además, sus ropajes se representan muy pegados al cuerpo de forma que
se marca toda su figura. Su pie izquierdo también está adelantado, aunque de
forma menos pronunciada que el del faraón, indicando así su menor importancia.
Finalmente, a la izquierda de Micerinos se halla el gnomo de Kynópolis,
representación de una provincia. De aquí destacamos también su hieratismo y sus
ropajes que se adhieren totalmente a su figura. Esta figura no tiene su pie
izquierdo adelantado, denotando así que es la menos importante de las tres
figuras. Podemos destacar el hieratismo, la ley de la frontalidad y el canon de
los 18 puños en los tres.
Esta estatua pertenece a la escultura religiosa. Esta se caracteriza
por una gran rigidez y una idealización de los personajes representados ya que
se asemejan con los dioses. Presentan el canon de los 18 puños, el cual nos
indica que el ser humano perfecto debe medir 18 veces su propio puño, distribuyendo
un cierto número de cada uno de estos por zonas del cuerpo (2 para la cabeza,
10 entre los hombros y las rodillas, 6 el resto) y la ley de la frontalidad
mediante la cual la línea de los hombros y la cadera se representan rectas de
forma que el eje del cuerpo no se desvía. Estas estatuas solían hacerse en un
único bloque de piedra, sin separaciones, buscando que las figuras no se
rompieran en diversos pedazos.
Esta obra fue realizada durante el Imperio Antiguo (2686
a.C. – 2173 a.C.). Esta es una de las etapas más importantes del denominado
“milagro del Nilo”. La civilización egipcia es considerado esto ya que surgió
debido a este río que fue la principal vía de comunicación, que se constituyó
como frontera que separa la tierra de los vivos (este) y la de los muertos
(oeste) y que les servía como base a sus creencias al pasar por ciclos de
bajadas y crecidas anuales (vida-muerte). Sus crecidas también hicieron que los
campesinos, sin trabajo debido a la inundación de sus campos, se marcharan a
trabajar como obreros.
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