martes, 22 de enero de 2013

El nacimiento de Venus



Nos encontramos ante el Nacimiento de Venus, realizado por Sandro Botticelli en el 1485. Pertenece a la pintura del Quattrocento del Renacimiento italiano. En la actualidad se encuentra en la Galería de los Uffizi.


Esta obra es una témpera sobre lienzo que representa el momento en el que la diosa romana Venus – diosa del amor – nace de entre las aguas fecundadas por Urano. Aquí podemos ver como el viento la empuja hasta la isla de Citera donde la espera Flora o la Primavera, vestida con una túnica de flores y con otra igual para cubrir a la diosa. La figura de la diosa se cubre púdicamente, como las Venus púdicas de la Antigüedad. Los vientos que la acompañan son el Céfiro y la Brisa, representada por la diosa Aura. Los ropajes se pegan a los cuerpos, destacando cada uno de los pliegues y detalles. El pintor se inspiró en el relato homérico del nacimiento de la diosa para realizar este cuadro, encargo de un Médici para su finca de verano. La otra gran obra de este autor es La Primavera.

Esta obra pertenece a la pintura renacentista del Quattrocento italiano la cual destaca por intentar imitar la grandiosidad de las obras de la Antigüedad griega y romana, aunque se encuentra con la problemática de la inexistencia de modelos, teniendo que guiarse mediante descripciones. Destacan una gran cantidad de autores como Fra Angelo, Filippo Lippi, Masaccio, Piero della Francesca y Mantegna.

Cuando este cuadro fue realizado, Italia se hallaba en su momento de gran esplendor artística. Florencia se convirtió en el centro del mundo cultural gracias a familias de mecenas como los Médici, los cuales protegían a los artistas y les encargaban cuadros. El resurgir del interés por Grecia y Roma hace que las nuevas composiciones artísticas se basen en ellas – a pesar de la dificultad por encontrar modelos pictóricos. La vida ya no giraba alrededor de Dios sino de los hombres. 

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