Nos encontramos ante La Pietà de Miguel Ángel. Realizada
entre los años 1496 y 1501. Esta obra pertenece a la escultura del Cinquecentto
del Renacimiento italiano. Se encuentra en San Pedro del Vaticano.
Esta obra nos muestra a la Virgen con Jesús muerto entre sus
brazos siendo un conjunto escultórico de forma piramidal. Está realizada en
mármol blanco, esculpida de forma detallada aunque concebida para su vista
frontal por lo que la parte posterior no está muy trabajada. Un detalle
importante a destacar es su acabado perfecto, con un acabado completamente
liso, poco frecuente en este autor. Centrándonos en la figura de María, debemos
mencionar que su rostro se representa sereno, sin sufrimiento, aunque al mismo
tiempo, hay un halo de tristeza que la envuelve, tal vez por la posición de la
cabeza o de los ojos, los cuales están entornados. Se la representa como una
mujer joven, más joven incluso que su hijo. Sus ropajes están llenos de
pliegues. Por otra parte, la cara del Cristo es también serena, como si no
hubiera muerto de una forma horrible, muestra paz y calma pareciendo dormido.
Las heridas en sus manos y costado están esculpidas de forma limpia e
impecable. Está prácticamente desnudo, exceptuando el sudario que le cubre.
Finalmente, debemos añadir que sobre el pecho de la virgen hay una cinta que
dice: “Miguel Ángel Buonarotti florentino, me hizo”. Otras obras destacadas de
este fecundo autor fueron el David, el Moisés (tumba de Julio II) o la Pietà
Rondanini entre otras.
Esta escultura pertenece al Cinquecentto del Renacimiento
italiano. Este se caracterizaba por el seguimiento de los cánones escultóricos
de la antigüedad clásica, siendo el Laocoonte una de las obras que más
inspirarían a los autores. Cada autor tenía su técnica y cada obra era un mundo
pero, Miguel Ángel, autor de esta escultura, tuvo dos períodos escultóricos de
los que podemos extraer una serie de características: hasta 1534 es su período
clasicista (belleza y armonía moral y física, proporciones y acabados
perfectos…) y desde 1534 hasta 1564 es su período de crisis (más importante la
expresión que la forma, no le interesa la perfección ideal, manierismo). Otros
autores destacados serían Giambologna y Benvenuto Cellini.
Cuando esta obra fue hecha, el mundo se hallaba en un
“renacimiento”, una vuelta a los cánones clásicos, al mundo antiguo. Todo esto
se debía al descubrimiento de la ciudad de Pompeya. La burguesía enriquecida
intentaba mostrar su poderío mediante la contratación de artistas a los que
tomaban bajo su protección para que pintara cuadros e hiciera esculturas.
Florencia, gracias sobre todo a los Médicis y al gran Miguel Ángel, pasaría a
ser la ciudad más importante, el centro cultural de Europa.
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